viernes, 24 de junio de 2011

La Clemenza di Tito: coronando de nuevo…


Esta vez a Leopoldo II como Rey de Bohemia. El solemne acto tuvo lugar en Praga y para los festejos se encargó, con tan solo dos meses de antelación, al empresario Guardasoni que montase una ópera para ensalzar al nuevo monarca. El hombre se desplazó a Viena y a indicación de Caterino Mazzolá contactó con Mozart quien apenas tuvo un mes para la composición.
.
Nuestro genio estaba trabajando en su Die Zauberflöte, pero el pecunio era generoso y necesario, así que abrió un paréntesis en su actividad para componer el encargo, sobre una obra muy musicada de Metastasio, que elogiaba las virtudes de bondad y clemencia de los buenos monarcas. Aligerada por el propio Mazzolá, sería su penúltima ópera: La Clemenza di Tito Kv. 621. Estrenada el 6 de septiembre de 1791, Mozart volvió de inmediato a Viena para presentar a finales de ese mismo mes La Flauta Mágica.
.
Una ópera seria “drama serio per musica”, al estilo antiquo, cuyas rigideces se fueron flexibilizando merced al buen trabajo del libretista italiano, introduciendo dúos, tríos y finales concertados por requerimiento del propio compositor. Ante la escasez de tiempo, los recitativos secos pertenecen a algún discípulo, posiblemente a Süssmayer, y los últimos retoques datan de la víspera del estreno. Fue durante decenios la ópera más representada del genio de Salzburgo hasta caer en el olvido cuando no en el desprecio. Aún sin las altas cotas musicales de la trilogía Daponte, y a cierta severidad casi protocolaria, en ella oscilamos entre la elegante y transparente calma del Cosí y la cálida atmósfera de la Flauta.
.
El gran momento, punto culminante de la obra, es el Aria-Rondó de Vitellia, verdadero personaje central, “Non piu di fiori” adornado con el corno di bassetto. Un aria exigente, donde Mozart baja la tesitura de forma inclemente (no es Tito) para sufrimiento de la soprano dramática de coloratura, y la acerca a las posibilidades de una mezzo ágil y solvente por arriba. Aria tripartita, introducida por un recitativo acompañado, cuyo Larghetto inicial conduce al Allegro y presentación del Rondó en el instrumento de viento; al final un Andante Maestoso se encadena al Coro que presenta la última escena de la obra.
.
Apuros y falta de fineza fueron evidentes en la interpretación que de este aria hizo Véronique Gens el pasado sábado en el Festival Mozart de A Coruña, donde el buen hacer, delicado y elegante, del director Fabio Biondi, y sobre todo el excelente Sesto de Lucia Cirillo brillaron en una función operística que se enmarcó en un montaje feo pero neutro.
.
Aquí un vídeo de dicha interpretación:
.

vídeo FestivalMozart
.
Aquí el mismo Rondó en una reciente (2006) pero más rigurosa interpretación de Alexandrina Pendatchanska con René Jacobs a la batuta:
.

vídeo operalover9001

6 comentarios:

Joaquim dijo...

Barbe, lástima que un montaje feo pero neutro sea lo menos indicado para una obra tan maravillosa i si la Gens tampoco tuvo su día...
Siempre nos quedará Biondi, ¿no? y obviamente Mozart, este siempre.

Barbebleue dijo...

Amic Joaquim: uno ya sólo espera de los montajes que no molesten; de la Gens, sí esperaba más...

Me ha gustado el Mozart de Biondi, a quien no conocía en este repertorio, quien parece ser había declarado que aceptó la dirección porque es su ópera favorita de WA, y nunca la había podido hacer.

Tienes razón, Mozart es como París: siempre nos queda, pase lo que pase.

Titus dijo...

Qué voy a decir yo de esta maravillosa ópera... Lástima que la actuación de Gens no fuese redonda, pero por lo que leo hubo más positivo que negativo.

GLÒRIA dijo...

Preciosa el aria y siento los problemas de Gens a la que aprecio mucho.
Gracias por la lección, Barbe.

Barbebleue dijo...

Sin duda, Imperator.

A lo poco reseñado, añadiría que Shawn Mathey pese a su poco atractiva voz logró el aprobado con su Tito; Marta Matheu, hermosa en el breve pero atractivo papel de Servilia; Maurizio Muraro, convincente Publio; irregular el Annio de Pilar Vázquez. Atildada la Real Filharmonía de Galicia.

Barbebleue dijo...

Yo también la quiero mucho, Glòria, desde que me conquistó el corazón con su "Porgi amor" de Le Nozze con R. Jacobs...