domingo, 19 de agosto de 2012

Actus Tragicus


En ocasiones –malditas- el calor del asueto es congelado por la noticia más devastadora; a modo de una brutal glaciación de la sangre y los sentimientos, nos llega cercano el dolor más insoportable e injusto al que un ser humano se enfrenta, sin capacidad alguna de manejarlo: la muerte de un hijo, la desolación.

La presente es una de esas fatales horas -maldita- 

Una maravillosa amiga del Castillo y de su encargado, ha de enterrar a un hijo. Una madre está capacitada para todo, salvo para un trance de esta índole -maldito- 

Al ser imposible llevar consuelo, uno ha de conformarse con el más cálido abrazo, y recurrir al gran Bach –autor a quien ella venera- para que nos reconforte con su más bella música para un acto tan trágico: la Cantata BWV 106 Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit  Actus Tragicus, donde el dolor no deja lugar ni siquiera para las cuerdas más agudas…

   
(video codonauta)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento. Lo siento.

Soy madre. Cuánto dolor, cuantísimo dolor.

Un abrazo para ti, Barbebleue.

Y desde el respeto más profundo, mi deseo de algún momento de sosiego para ella, para tu querida amiga.

Barbebleue dijo...

Dolor inhumano, Anderea.

Un abrazo también para ti, y sosiego vía Bach.

pfp dijo...

también desde desde el Castillo recibe Josefina mi abrazo y mi recuerdo, siempre.

Pilar