sábado, 1 de diciembre de 2012

Mia Tiranna



Mia tiranna, o dio, pietà
Son ferito e prigioniero
Che d’Amor nel crudo impero
Tal mi fè la tua beltà.
...

No hay labor más grata, y casi inagotable, que la de invitar al Castillo a la ingente nómina de compositores del XVII; tantos y de tan alta calidad que la tarea se convierte en un descubrimiento continuo de tesoros semiocultos.

Pietro CESTI  (1623 - 1669) también conocido como Marc’Antonio debido a su nombre religioso, padre Antonio d’Arezzo, nació en esta preciosa localidad toscana. Su formación musical comienza en Roma, se cree que como discípulo de Abbatini y Carissimi. A partir de 1651 Cesti escalaría los más altos peldaños de un hombre de su oficio: estrenos operísticos en Venecia, maestro de capilla en Innsbrück, cantor de la capilla Sixtina en Roma, tenor y compositor en la Florencia de los Médici, vice-maestro de capilla en la corte imperial de Viena... En fin, en el panorama italiano, junto a Luigi Rossi y Giacomo Carissimi, lo más selecto de su época; “la luz y la gloria de la escena profana” o “miraccolo de la Música según Salvatore Rosa.

Entre 1662 y 1665, durante su segunda estancia en Innsbrück, además de obtener el título de Marqués, compuso una buena cantidad de Cantatas, Canzoni amorose, sobre textos de Sbarra y Apolloni, poetas de la corte.

Mia tiranna es un precioso ejemplo de su delicado arte que “sobresale en la expresión del ardor y la ternura, allí donde los sonidos explican los tiernos impulsos de un corazón que ama, donde el amante solitario languidece y recuerda, donde se describen delicadas ensoñaciones” (H. Kretzchmar). Una Canzona de contenida expresión dramática que nos muestra la suave vocalidad y el sutil cantabile de las melodías de Marc’Antonio Cesti, y que pasamos a escuchar en la interpretación del contratenor René Jacobs acompañado por un continuo de William Christie, clave; Jaap Ter Linden, violonchelo; Konrad Junghänel, tiorba.


(vídeo Barbebleuei)

2 comentarios:

Titus dijo...

A mí Jacobs me sigue gustando, pese a su timbre difícil, pero se ha quedado obsoleto frente a las nuevas hornadas de contratenores. Lo cual está muy bien, en alguna cosa estamos mejorando día a día, no todo iba a ser retroceder.

Barbebleue dijo...

Estoy de acuerdo, Titus, pero al menos hemos ganado un estupendo director; y no sólo del universo barroco...