sábado, 30 de noviembre de 2013

7. CANTO DE LA NOCHE, en mi menor


La nocturna Séptima Sinfonía de Gustav Mahler, una de las menos reconocidas de su autor, en su abandono del Romanticismo del XIX y su apertura a los nuevas tendencias expresivas del siglo entrante (menos amables), encierra sin embargo en su estructura cíclica todo el Universo musical mahleriano: desde el sosiego y la ternura sublimes hasta los más grotescos, vulgares e inquietantes parajes del alma; un repaso, marchoso, por los diferentes estados del ánimo.

Fue compuesta entre 1904 y 1905, y estrenada por el propio compositor en Praga en 1908, con muy poco éxito, todo hay que decirlo.

Escrita en cinco movimientos, ostensiblemente cíclicos; el Primero, sombrío pero con todo tipo de algarabías rítmicas de amplio desarrollo, y el Finale triunfal rozando la atonalidad; ambos muy densos y expansivos. En medio, como un corazón indiviso, dos Músicas Nocturnas que engloban un Scherzo agitado; la primera, que nace de la visión de La Ronda de Noche de Rembrandt (ver arriba), oscurece y subtitula toda la obra.

La Nachtmusik II (Andante amoroso) es el momento más sereno, también el más triste, y un punto sarcástico. Anclado en un romanticismo obsoleto, mantiene un halo de sosiego en cuerdas y maderas que fluye con su propio lirismo relajado y evanescente; guitarra, arpa y mandolina contribuyen a suavizar las heridas de todo el conjunto Visiones poéticas, según Alma...


Chicago Symphony Orchestra
Pierre Boulez
(vídeo Barbebleue.i)

4 comentarios:

pfp dijo...

Sinfonías o Titanes?

eso parecen, un Títan tras otro en esta saga sinfónica de Mahler.

gracias barbazul,...una pasada!!!!!!

Barbebleue dijo...

son Titanes para titanes...

gracias, pfp... un beso

Unknown dijo...

Sea como sea la música de Mahler siempre me conduce a alguna parte, esta vez caminos más o menos intrincados cruzando espesos bosques bajo una luz de un verde casi negro y oyendo el trino de los pájaros entre un son de bienvenida y otro de amenaza.
Gracias por los estímulos, Barbe.

Barbebleue dijo...

Entre la hojarasca, verde joyero manchado de oro,
entre la incierta hojarasca,adornada
de espléndidas flores, donde duerme el beso (...)
A. Rimbaud

Glòria, un beso, poeta